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Un Lugar para Meditar


Copyright © 2023 Tomás Morales y Duran. Todos los Derechos Reservados


El lugar para meditar es posiblemente lo más difícil de conseguir. Al mismo Buddha le costó recorrer todo el país de Magadha para encontrarlo:


Entonces, Príncipe, siendo un buscador de lo que es saludable, buscando el estado supremo de paz sublime, deambulando etapa por etapa por las tierras de Magadha, llegué a Senanigama cerca de Uruvelā, un asentamiento provisional. Allí llegué a una encantadora extensión de tierra con una hermosa arboleda y un río que fluye claro con un vado delicioso, y un pueblo cercano para la manutención.

Se me ocurrió, Príncipe:

«¡Claro que sí! es una encantadora extensión de tierra, y la arboleda es hermosa, y el río fluye claro con un vado delicioso, y hay un pueblo cerca para la manutención. ¡Sí, cómo no! Esto sirve perfectamente para el entrenamiento de un joven empeñado en el esfuerzo».

Así que, Príncipe, me senté allí, pensando: «¡Claro que sí! Este lugar sirve para entrenarme».


Las características de ese lugar vienen en este mismo texto. Debe ser un lugar amplio, arbolado y con un río que fluya claro con un vado delicioso, cerca de un poblado. El río que fluye puede convertirse en un mar con oleaje.

Puede parecer una exigencia extravagante, pero no lo es. Las jhānas son estados que nos abren a la gnosis y si donde estamos no hay devas, es como si tenemos un teléfono y marcamos un número donde sabemos que no hay nadie. Por otro lado, ¿dónde van a estar los devas? Obviamente en lugares encantadores como estos.

No esperes encontrar devas en casa de nadie.


Una curiosidad. Como vemos el Buddha no buscó un determinado árbol, sino una arboleda cerca de un delicioso arroyo. Pues bien, a pesar de que se venga diciendo que el Buddha se iluminó bajo un árbol bodhi, no fue así, sino bajo un baniano. Un gigantesco árbol que servía incluso para albergar bajo sus ramas los mercados ambulantes.


En cierto momento, cuando despertó por primera vez, el Buddha se encontraba cerca de Uruvelā, bajo el baniano a orillas del río Nerañjarā.


Pregunta a quien sabe dónde encontrar devas.

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