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La Insoportable Dificultad de Lo Natural


Copyright © 2023 Tomás Morales Duran. Todos los Derechos Reservados


A veces, no hay nada más difícil que lo fácil. Y no hay nada más fácil que lo natural. La liberación a voluntad de los diferentes neurotransmisores es un habilidad innata de los seres humanos desde tiempos remotos que, en algún momento, cayó en desuso y en el olvido. La prueba es que basta con hacerlo una vez para que se aprenda a hacerlo y no haya dificultad en repetirlo.


Pero lo más natural se vuelve imposible para aquellos que se empeñan suponer complicaciones y tratan de emplear la constancia y el esfuerzo, es decir, la fuerza bruta.


Aquí se puede aplicar perfectamente el dicho de que más vale maña que fuerza.

Para abrir una puerta se debe encajar la llave correcta y girarla. De igual manera, para liberar los neurotransmisores hay que concentrarse en determinadas formas y nada más.


Tratar de forzar la cerradura, patear la puerta, intentar tumbarla no conseguirá abrir la puerta, porque así no se abre. Con las jhānas sucede lo mismo e incluso, peor, porque igual que puedes dañar la cerradura y ya no podrás entrar, con los intentos fallidos puedes dañar tu mente y no logarlo.


Si no sale, no se insiste. Si no sale es porque hay algo que se está haciendo mal. No se repite lo que se hace mal. Se debe parar, esperar y no reintentar hasta estar fresco de nuevo.


El principal impedimento es la presión, la tensión, el ansia y las ganas. Si experimentas cualquiera de ellas, lo indicado es que te sientes frente al mar o el arroyo y sonrías hasta que te tranquilices… durante horas si es necesario.


Los ejercicios son sencillos y muy divertidos, pero son ejercicios.


Lógicamente la forma fácil de aprender a hacer un ejercicio práctico es que alguien esté supervisando cuando el aspirante lo realiza mientras corrige fallos y refuerza aciertos hasta que se completa. Aquí la dificultad es encontrar un maestro capaz de entender la mente del aspirante para guiarle. Esta es una habilidad paranormal necesaria para todo maestro hábil en estas materias. Por tanto, lo mejor es hacerlo delante del maestro porque ahí se tendrá no solo la asesoría sino también un lugar adecuado y todo lo demás. Sin embargo, vamos a tratar de que se pueda hacer sin esta facilidad.


Y en este punto es la dificultad que tiene cada uno en acoplar lo que se dice a lo que se entiende que, por muy estrictamente que se defina y claramente se explique, siempre hay lugar a diferencias de interpretación al no existir la necesaria retroalimentación.

Las cosas que no se logran no son muy difíciles, son imposibles.

La paradoja a la que nos vamos a enfrentar es que una vez logrado se ve lo fácil que era… pero solo una vez que se logra.


Veamos cómo manejamos la enseñanza de la práctica no presencial y sin retroalimentación. Al final del libro se incluirán testimonios de personas hábiles en jhānas que explican su experiencia por si puede ser de ayuda para sortear obstáculos que pueden aparecer. Sucede que, mientras que los ejercicios son fijos, la variabilidad de las mentes es prácticamente ilimitada.


Por eso, la práctica presencial es lo ideal.


Vamos a intentarlo.


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