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El Proceso en las Habilidades Paranormales

Updated: Feb 25, 2023


Copyright © 2023 Tomás Morales y Duran. Todos los Derechos Reservados


Como se dijo, hay diversas formas de iluminación y no todos los Buddhas se iluminan de la misma forma. El proceso que empleó Gotama fue empleando las habilidades paranormales. Una vez alcanzada la cuarta jhāna pudo desatarlas debido a que las había obtenido en un entrenamiento previo:


Desarrollé las bases del poder paranormal mediante la concentración dotada de impulso. Desarrollé las bases del poder paranormal mediante la concentración dotada de energía. Desarrollé las bases del poder paranormal mediante la concentración dotada de razonamiento. Desarrollé las bases del poder paranormal mediante la concentración dotada de investigación.


Ahora bien. Cronológicamente no se nos dice el tiempo que empleó en obtener las cuatro jhānas, que puede alargarse durante meses. Sin embargo, sí se nos relata que el despliegue de las habilidades paranormales lo hizo en una sola noche.

Hay que saber que en la antigüedad la gente no dormía ocho horas seguidas, sino que lo hacía por tramos, al igual que ahora aún se siguen haciendo varias comidas y no se come todo lo del día de una vez, como se hace con el sueño.


Se nos habla de tres vigilias, que eran los espacios de tiempo en los que se permanecía despierto en medio de la noche y cuya duración correspondía al tiempo que tardaba una tea en arder completamente. Desde muy antiguo la noche se ha dividido en tres partes y cada una de ellas correspondía a una hora canónica. La división en tres partes también se empleó en el Imperio romano. Nocturnal es una palabra de origen latino: Nocturni o también Nocturna se trata de un antiguo nombre aplicado a los Oficios nocturnos. Las Nocturnales según las horas canónicas consistían primero en la Víspera, seguida de los Maitines y, por último, en los Laudes.

Las habilidades paranormales son seis, crear un cuerpo hecho con la mente, el oído divino, la penetración de las mentes de los demás, el recuerdo de existencias anteriores, el ojo divino y el conocimiento del fin de las tendencias subyacentes. Él, para iluminarse va a emplear las últimas tres habilidades paranormales: el recuerdo de vidas pasadas, la clarividencia y el conocimiento del fin de las tendencias subyacentes.


El futuro Buddha se sumerge en la cuarta jhāna. Cuando su mente se sumergió en la contemplación de esta manera, purificada, brillante, impecable, libre de tendencias subyacentes, flexible, viable, estable e imperturbable, la extendió hacia el recuerdo de vidas pasadas: recordó una variedad de antiguas vivencias, así: un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos y muchos eones de integración y muchos eones de desintegración y muchos eones de integración-desintegración, tal era él por su nombre, era de tal y tal clan, de tal y tal color, así se alimentaba, tales y tan placenteras y dolorosas experiencias eran suyas, así terminó su vida. Pasando de esto, llegó a estar en otro estado en el que tal persona era él por su nombre, tenía tal y tal clan, tal y tal color, así se nutrió, experiencias tan agradables y desagradables fueron suyas, así terminó su vida. Muriendo allí, surgió aquí. Por lo tanto, diversos recuerdos de antiguas vivencias en todos sus modos y detalles.

Este, fue el primer conocimiento alcanzado por él en el primera vigilia de la noche. Se disipó la ignorancia, surgió el conocimiento, se disipó la oscuridad, surgió la luz, mientras permanecía diligente, ardiente, autodeterminado.


Luego, con la mente serena, perfectamente purificada, perfectamente clarificada, sin mancha, sin contaminación, suave y maleable, fija, inamovible, dirigió su mente al conocimiento de la muerte y el surgimiento de los seres. Con el ojo divino que sobrepasa al humano, vio seres a medida que mueren o renacen, Comprendió que hay seres que son mezquinos, excelentes, simpáticos, feos, bondadosos o malvados, de acuerdo con las consecuencias de sus actos.

Y pensó:

«De hecho, estos seres que poseían conductas incorrectas en el cuerpo, poseían conducta inapropiada del habla, que poseían una conducta errónea de pensamiento, se burlan de los nobles, manteniendo una creencia incorrecta, incurriendo en acciones consecuentes debidas a una creencia incorrecta, estos, con la ruptura del cuerpo después de morir, han surgido en un estado triste, un mal nacimiento, el abismo, el infierno de Niraya. Pero estos seres que poseían una buena conducta en el cuerpo, que poseían una buena conducta en el habla, que poseían una buena conducta en el pensamiento, que no se burlaban de los nobles, mantenían una creencia correcta, incurrían en acciones consecuentes debidas a una creencia correcta, éstos, con la ruptura del cuerpo después de morir, han surgido en un buen destino, un mundo celestial».

Así, con el purificado ojo divino que sobrepasa al de los hombres, vio seres a medida que mueren, a medida que surgen, Comprendo que hay seres que son mezquinos, excelentes, simpáticos, feos, ricos, malos según las consecuencias de sus actos.

Este, fue el segundo conocimiento alcanzado por él en la vigilia intermedia de la noche. Se disipó la ignorancia, surgió el conocimiento, se disipó la oscuridad, surgió la luz, mientras permanecía diligente, ardiente, autodeterminado.


Cuando su mente se sumergió en la contemplación de esta manera: purificada, brillante, impecable, libre de tendencias subyacentes, flexible, viable, estable e imperturbable, la extendió hacia el conocimiento del fin de las tendencias subyacentes.

Realmente entendió:

«Esto es sufrimiento... Este es el origen del sufrimiento... Esta es la cesación del sufrimiento... Esta es la práctica que conduce al cese del sufrimiento».

Realmente entendió:

«Estas son las tendencias subyacentes... Este es el origen de las tendencias subyacentes... Este es el cese de las tendencias subyacentes... Esta es la práctica que conduce al cese de las tendencias subyacentes».

Sabiendo y viendo así, su conciencia se liberó de las tendencias subyacentes de la sensorialidad, del ansia de renacer y de la ignorancia.

Cuando su conciencia fue liberada, supo que fue liberada. Comprendió:

«El renacimiento ha terminado, la vida de renuncia ha sido completada, lo que había que hacer se ha hecho, no hay retorno a ningún estado de existencia».

Este fue el tercer conocimiento, que logré en la última vigilia de la noche. La ignorancia fue destruida y surgió el conocimiento, la oscuridad fue destruida y surgió la luz, como sucede con un meditador que es diligente, entusiasta y resuelto. Pero incluso esa sensación agradable no ocupó su mente.



Más tarde, en Sāvatthī. el Buddha recordando este episodio se dirigió a los bhikkhus:


—Bhikkhus, cuando me desperté por primera vez, me encontraba cerca de Uruvelā bajo el baniano a orillas del río Nerañjarā. Mientras estaba apartado en un lugar solitario, me vino a la mente este pensamiento: «Las cuatro instrucciones de la práctica son el camino hacia la meta, tienen el fin de purificar a los seres, superar el dolor y el llanto, poner fin al dolor y la tristeza, poner fin al ciclo del sufrimiento y realizar el Nibbāna».

—¿Qué cuatro?

—Un bhikkhu entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica del cuerpo en el cuerpo, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. O entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de las emociones en las emociones, o de la mente... o de los fenómenos en el sentido de los factores de aferramiento a la existencia, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. Las cuatro instrucciones de la práctica son el camino hacia la meta. Tienen el fin de purificar a los seres, superar el dolor y el llanto, poner fin al dolor y la tristeza, terminar el ciclo del sufrimiento y realizar Nibbāna.

Y entonces el Brahmā Sahampati, sabiendo lo que estaba pensando, tan fácilmente como una persona fuerte extendería o contraería su brazo, desapareció del reino de Brahmā y reapareció frente a mí. Se acomodó la túnica sobre un hombro, se arrodilló sobre la rodilla derecha, levantó las palmas unidas hacia el Buddha y dijo:

—¡Eso es tan cierto, Maestro! ¡Eso es tan cierto, Maestro! Señor, las cuatro instrucciones de la práctica son el camino hacia la meta. Tienen el fin de purificar a los seres, superar el dolor y el llanto, poner fin al dolor y la tristeza, terminar el ciclo del sufrimiento y realizar Nibbāna.

—¿Qué cuatro?

—Un bhikkhu entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica del cuerpo en el cuerpo, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. O entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de las emociones en las emociones, o de la mente... o de los fenómenos en el sentido de los factores de aferramiento a la existencia, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. Las cuatro instrucciones de la práctica son el camino hacia la meta. Tienen el fin de purificar a los seres, superar el dolor y el llanto, poner fin al dolor y la tristeza, poner fin al ciclo del sufrimiento y realizar el Nibbāna.

Eso es lo que dijo Brahmā Sahampati. Luego pasó a decir:

—El que ve el final del renacimiento, comprende el camino de la meta. Por este camino la gente cruzó antes, cruzará y está cruzando.

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