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Vamos a entrar a analizar los factores de la primera jhāna.
MN 51: Con Kandaraka
Luego, totalmente apartado de los placeres sensoriales, apartado de los vicios, entra y se sumerge en la primera jhāna, que tiene el placer, la felicidad y la alegría que surgen del recogimiento, mientras dirige la mente y la mantiene concentrada.
A medida que desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entra y se sumerge en la segunda jhāna, que tiene el placer, la felicidad y la alegría que surgen de la concentración, con claridad y confianza internas, y con la mente concentrada, desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento.
En primer lugar, el meditador debe apartarse de los placeres sensoriales y de los vicios, es decir, debe aislarse de los sentidos: vista, oído, olfato, gusto, tacto e intelecto, incluyendo cualquier clase de idea o pensamiento que surja.
El meditador debe dirigir la mente y mantenerla concentrada, direccionando la mente sobre las formas en movimiento. De esta forma irán surgiendo el placer, la felicidad y la alegría que surgen del recogimiento, es decir, que son directamente inducidas y no provocadas por los sentidos. Es por esto por la que el meditador, como dijimos, debe apartarse previamente de los mismos.
La primera jhāna, se induce mediante una serie consecutiva de ejercicios basados en dirigir la mente en las formas en movimiento, mientras que la segunda jhāna prescinde de tal ejercicio.
Llegados a este punto, no podemos por menos que reflexionar acerca de un detalle que ha impedido que los devotos en los sucesivos siglos hayan podido alcanzar las jhānas, y es que es imposible transmitir las formas, que son gráficos, de forma oral, por lo que se perdieron casi inmediatamente, por lo que el buddhismo quedó sin sentido desde el parinibbāna del Buddha. No es por nada que él mismo no hizo nada para que se continuara con las enseñanzas, una vez que Sariputta y Moggallāna ya habían muerto.
Sin formas, no hay jhānas, sin jhānas no hay contemplación y sin contemplación no hay iluminación. No es, por tanto, de extrañar que la verdadera enseñanza se perdiera y la veamos ahora falsificada de muchas maneras.
SN 16.13: la falsificación de la verdadera Enseñanza
Hay cinco cosas perjudiciales que conducen al declive y la desaparición de la verdadera Enseñanza.
—¿Qué cinco?
—Es cuando los bhikkhus, bhikkhunīs, laicos y laicas carecen de respeto y reverencia por el Maestro, la Enseñanza, el Saṅgha, la Disciplina y la Contemplación. Estas cinco cosas perjudiciales conducen al declive y desaparición de la verdadera Enseñanza.
Hay cinco cosas que conducen a la continuación, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.
—¿Qué cinco?
—Es cuando los bhikkhus, bhikkhunīs, laicos y laicas mantienen respeto y reverencia por el Maestro, la Enseñanza, el Saṅgha, la Disciplina y la Contemplación. Estas cinco cosas llevan a la continuación, persistencia y perdurabilidad de la verdadera Enseñanza.
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